domingo, 30 de junio de 2019

Juan Prim

¡Han matado al presidente! El asesinato de Juan Prim Héroe de guerra y presidente del gobierno durante la revolución de 1868, el general Prim fue tiroteado el 27 de diciembre de 1870 en Madrid mientras iba en carroza a su casa
El atentado de Prim Recreación del momento en que los pistoleros asaltan el carruaje de Prim en la calle del Turco el 27 de diciembre de 1870.


Juan Prim y Prats 

"¡Mi general, nos hacen fuego!" gritó el general Moya, ayudante de Prim, cuando vio que les atacaban. En la imagen Juan Prim y Prats en un grabado en color realizado en 1885.


El nuevo examen de la momia del general Prim 

Tras la muerte de Prim, su cuerpo fue embalsamado y, pasado el funeral, se depositó en un mausoleo en el Panteón de Hombres Ilustres de la basílica de Atocha, de donde en 1971 fue trasladado a Reus, su ciudad natal.

En 2012, dentro de la programación para celebrar el segundo centenario del nacimiento de Prim, un equipo científico analizó la momia y halló indicios de que el general no había muerto de sus heridas, sino de un estrangulamiento.

Esta sorprendente teoría fue desmentida un año más tarde por un nuevo análisis a cargo de un equipo de la Universidad Complutense, que ha confirmado las conclusiones de los médicos que trataron al general.

El nuevo examen Los análisis realizados a la momia de Prim en 2012-2014, además de revelarnos que el general tenía el pelo castaño, que perdió un diente post mortem o que los embalsamadores le colocaron dos ojos artificiales de vidrio, han documentado las diversas heridas que sufrió por el atentado.

La más grave de ellas se localizó en el hombro izquierdo, donde en efecto se encuentra un orificio de 2,5 por 1,5 cm que entra en el cuerpo con una inclinación de 15º hacia arriba.


¿Estrangulado? 

Los autores del análisis de 2012 observaron en la momia de Prim "un surco que parte desde la parte posterior del cuello y presenta continuidad hasta la zona delantera" (a la izquierda), lo cual "sería compatible con un estrangulamiento a lazo". Sin embargo, el informe de 2013 concluye que el surco del cuello se produjo post mortem, a causa de la presión por elementos de la vestimenta.


Amadeo I de Saboya en el funeral del general Prim 

En la litografía realizada en el siglo XIX vemos como Amadeo I de Saboya presenta sus respetos ante el cadáver del general Prim, expuesto en la basílica de Atocha de Madrid.


Isabel II parte a su exilio en Francia 

A partir de 1862 la negativa de Isabel II a llamar al gobierno al partido progresista arrojó a Prim al campo de la insurrección contra los Borbones. Su participación en un pronunciamiento fallido en 1866 le valió una sentencia de muerte que no hizo sino aumentar su popularidad. Desde Lisboa, Prim escribió: "Yo soy el soldado de la nación, [por ella] expongo mi vida para salvarla de la esclavitud en que gime".


El duque de Montpensier

Frente a las acusaciones contra el duque de Montpensier (en una fotografía tomada hacia 1860), su secretario personal, Solís y Campuzano, contraatacaría años después acusando al propio Prim de dejarse sobornar y de haber organizado, un mes antes de morir, un falso intento de asesinato contra sí mismo para implicar al duque.

Fuente de consulta: nationalgeographic 

¡Gracias por leerme!

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ancilo59

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